La estenosis foraminal se refiere al cierre o estrechamiento patológico del agujero de conjunción intervertebral por donde sale la raíz del nervio ciático. Este fenómeno es más común en la región lumbar y es debido a cambios degenerativos, asociados al envejecimiento.
Para aquellos que puedan estar experimentando esta condición, es vital reconocer los síntomas y signos que podrían indicar su presencia, para iniciar un tratamiento precoz. Aquí te dejamos una guía informativa:
Síntomas Comunes de la Estenosis Foraminal Lumbar: los síntomas pueden variar en intensidad y severidad, según el grado de la estenosis o cierre del agujero intervertebral y la actividad física. Algunos de los signos más comunes incluyen:
Dolor Lumbar: La lumbalgia, o dolor en la región lumbar, puede ser el síntoma inicial. Su intensidad varía y puede acentuarse con ciertas posturas o movimientos.
Irradiación a las Piernas: La lumbociatalgia, o dolor radicular lumbar, se caracteriza por el dolor que se irradia o llega hasta las piernas. Esta irradiación puede ser una señal de estrechamiento severo del agujero de conjunción con compromiso radicular.
Tensión Muscular: La estenosis foraminal puede provocar tensión muscular en la región lumbar. Esta sensación de rigidez puede acompañar al dolor.
Debilidad Muscular y acorchamiento o entumecimiento: La pérdida de fuerza muscular durante los movimientos de los miembros inferiores es otro signo a tener en cuenta. Esta debilidad puede ser progresiva y afectar a la capacidad de realizar sus actividades diarias.
🧠Afectación Neurológica en Dermatomas y Músculos: La estenosis foraminal, al comprimir las raíces nerviosas lumbares, puede ocasionar déficits neurológicos específicos en áreas de la pierna. Los dermatomas y músculos de las raíces L4 y L5 suelen ser los más frecuentemente afectados, dando lugar a síntomas característicos:
-Raíz L4: Debilidad en la extensión de la rodilla, hipoestesia, ardor, hormigueo o sensación de frío en la parte inferior de la pierna.
-Raíz L5: Debilidad para levantar el talón o flexionar el pie, hipoestesia, ardor, hormigueo o sensación de frío en el dedo gordo del pie.
Consulta a tu Neurocirujano de confianza tus dudas y él valorará las distintas alternativas de tratamiento para devolverte de nuevo tu calidad de vida.
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